Este 2022, pese a la difícil coyuntura económica en todo el país, ninguna empresa dejó de celebrar el cierre del año, en algunos casos con celebraciones más informales o pequeñas en el afán de reducir costos, pero muchas firmas optaron por celebrar y festejar el año que se va, un período que fue clave porque marcó la recuperación económica y del tránsito turístico para Puerto Iguazú, que fue uno de los destinos más perjudicados a raíz del freno que representó la pandemia por el coronavirus, debido a su gran dependencia del movimiento nacional e internacional sobre todo.
Esta actitud positiva de celebración se vio reflejado en bares, restaurantes e incluso en locales bailables que alquilaron sus espacios VIP para este tipo de festejos, que actualmente trabajan a pleno de su capacidad.
Las fiestas de egresados comenzaron incluso antes del final del período de recuperación. Grupos de estudiantes optaron por celebrar en días atípicos, como lunes y martes, por una cuestión de disponibilidad y de costos.
Asimismo, algunos optaron por cocktails básicos para evitar gastos y otros de mayor poder adquisitivo continuaron con la tradición de cena con menú tres pasos y barra libre toda la noche.
Muchos empresarios gastronómicos consultados por este matutino manifestaron: “Tuvimos muchas consultas, varias se concretaron, notamos que la oferta era variada y la búsqueda del cliente era ofrecer algo sencillo, que se ajuste al presupuesto”.
“Respecto a las fiestas de egresados fue muy difícil presupuestar por la inflación y la decisión del cliente fue mucho más cercana al evento”.
Pero tanto las fiestas de egresados como las despedidas de fin de año empresariales generaron mucha demanda en los ateliers y tiendas de ropa.
“Es un fin de año muy complicado; mucha gente reservó con anticipación los trajes y los vestidos otros no tanto, entre los alquileres y las demoras en la devolución registramos inconvenientes porque las fiestas se realizaron casi todos los días de la semana”, indicaron trabajadores del rubro.
Por su parte, los comerciantes señalaron que las ventas de indumentaria se mantuvieron no como el año pasado “quizás el año pasado buscaban un outfit completo, este año una blusa, o una pollera para combinar con algo que ya tenían, los clientes sobre todo manifestaron sobre todo que era algo sencillo, y que la idea era más que nada juntarse. Recuerdo que en años anteriores la mayoría estrenaba ropa. Veremos qué pasará con las ventas esta semana con vistas a Nochebuena”, indicó al respecto la comerciante Romina Rodríguez, en diálogo con El Territorio.
Ya en los bares y restaurantes, la situación fue similar. “Hay muchas reservas de mesas de amigos o de grupos de empresas que optaron por cenar para cerrar el año. Con un consumo razonable, pero no como en años anteriores”.
“Tuvimos muchas consultas de empresas que solicitaron presupuestos, pero no se concretaron. Se notó que el objetivo era juntarse y cerrar el año, pero con presupuestos ajustados”, manifestó Rodrigo Mesa, encargado de un reconocido restaurante de la Ciudad de las Cataratas.